Las instalaciones ofrecen a los residentes condiciones idénticas a las de sus medios naturales: temperatura, salinidad, pH, niveles de oxígeno, minerales disueltos, etc.
Se han reconstruido fielmente los espacios vitales, también llamados «biotopos»: fondos rocosos o arenosos, plantas acuáticas, ramas.
Siempre que es posible, se llevan a cabo programas de reproducción de las especies. Se colocan en parejas o en grupos para favorecer la reproducción.
Algunas especies nacen aquí mismo, como los peces payaso, los peces murciélago, los caballitos de mar, los grammas, los pterapogones o las medusas, y ello obliga a tener conocimientos específicos sobre sus necesidades.
Los programas científicos relacionados con las gorgonias y los corales tienen acuarios en los que la totalidad de los individuos proceden de la cría y ninguno ha sido extraído de la naturaleza. Aunque son animales, si están instalados en condiciones óptimas de agua y luz pueden propagarse como las plantas.
Siempre se tiene en cuenta el bienestar de los animales para los habitantes de Oniria. Muchas veces los animales han sido criados en acuarios o se han aclimatado como larvas, por lo que su comportamiento es como el de los animales domésticos, está condicionado por la ausencia de estrés y las óptimas condiciones de vida. Llegan a alcanzar una longevidad excepcional, como por ejemplo el actual decano, que es un pez cirujano de 36 años.
Oniria aplica una ética para todos los animales, respetando la vida y los individuos que aloja en sus instalaciones.